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Cerebro y empresa: El Neuromanagement. Por María José Foncubierta Rodríguez y Elisa Delgado Piña 14 May 2018

Cerebro y empresa: El Neuromanagement. Por María José Foncubierta Rodríguez y Elisa Delgado Piña

CEREBRO Y EMPRESA: EL NEUROMANAGEMENT


Por María José Foncubierta Rodríguez y Elisa Delgado Piña


El concepto de Neuromanagement.

La concepción del Management ha ido evolucionando a lo largo de las décadas.  Nacido con unas reglas de juego bien definidas: visión reduccionista, concepción de la empresa como una máquina, certidumbre y razonamiento analítico-hipotético-deductivo, relaciones lineales causa-efecto, determinismo, separación cuerpo y mente, y estructuras piramidales y jerárquicas; ideas que se ajustan al denominado “paradigma newtoniano” (Martín y Torremocha, 2016), encuentra hoy un marco muy distinto. Actualmente, la presencia e incidencia de los grupos de interés, o stakeholders, en el devenir empresarial, sus variaciones, sus cambios de tendencias y demandas, y, en definitiva, su constante dinamismo, ha modificado notablemente esta concepción.

La incertidumbre que estas nuevas circunstancias provocan es una de las claves del nuevo Management en el siglo XXI. Pero, ¿de qué forma se puede estar preparado para lo que pueda suceder? No hay una única respuesta, claro, y, en consecuencia, las potenciales formas de resolución suponen un continuo reto en el mundo gerencial.

Para dar respuesta a ello, aparecen continuamente diversos intentos de modelizar la gestión de empresas, con el fin de disminuir dicha incertidumbre. No obstante, la mayoría de ellos se basan en el marco de referencia antiguo, por lo que a pesar de saber “qué hacer” se falla en el “cómo hacerlo”. En el nuevo marco económico, caracterizado fundamentalmente por el cambio y la innovación, las empresas para sobrevivir deben dejar que la realidad forme parte de su organización, es decir, la concepción de la empresa como un ente mecánico, previsible y controlado tiene que dejar de existir.

La Neurociencia no aporta soluciones de carácter determinista, o definitivas, pero sí contribuye a que éstas puedan generarse. Y lo hace mediante el estudio de los mecanismos del cerebro y de cómo éste puede ayudar a la conducción y gestión de las organizaciones en este tipo de entorno. El Neuromanagement puede ser definido como “la aplicación de las neurociencias cognitivas al gerenciamiento y la conducción de las organizaciones” (Braidot, 2014). Se basa en los procesos neurológicos vinculados a la toma de decisiones; el desarrollo de la inteligencia individual y organizacional; y la planificación y gestión de personas (selección, formación, interacción grupal y liderazgo).

La posibilidad de desarrollar la base de esta nueva ciencia, esto es, el estudio del cerebro, ha crecido exponencialmente, y continúa haciéndolo, con las nuevas tecnologías, que permiten observar reacciones en cualquier momento y circunstancia. Hoy en día se puede conocer, por ejemplo, qué zonas se activan del cerebro cuando una persona está tomando una decisión, evaluando alternativas; cuáles se apagan o se encienden cuando se intenta determinar el grado de motivación; en qué medida las emociones favorecen o bloquean el funcionamiento ejecutivo, etc.

 

Instrumentos y técnicas

A tal fin, se utilizan diversos instrumentos, desde los generales a los más específicos:

  • Encefalograma (EEG). Técnica que se utiliza para estudiar, mediante electrodos, las corrientes eléctricas que se producen entre las neuronas en el sistema nervioso central, y más concretamente en la corteza del cerebro.
  • Resonancia magnética (RMN). Permite obtener imágenes de tejidos blandos, gracias a la aplicación de un campo magnético. Para el estudio del cerebro se emplea la denominada RMN Cerebral
  • Tomografía Axial Computerizada (TAC). Tecnología basada en la utilización de rayos X para el diagnóstico por imágenes, tanto de tejidos blandos como duros (huesos), que logra obtener planos transversales. En este caso, se utilizaría el denominado TAC Craneal, que se aplica para obtener imágenes de la cabeza: cerebro, cráneo, cara y senos paranasales.
  • El magnetógrafo. Con este sistema se puede llegar a conocer no sólo las relaciones entre las distintas zonas del cerebro, sino la velocidad del procesamiento de la información, evaluación de alternativas y toma de decisiones. Lo más impactante de este equipo es que es similar a un secador de pelo de las peluquerías, de manera que en un futuro se podría llegar a utilizar de forma cotidiana para seleccionar a los mejores directivos del mundo (Braidot, 2013).
  • La Tomografía por Emisión de Positrones (TEP), que utiliza la inyección de una pequeña cantidad de glucosa radiactiva para hacer el seguimiento de las partes del cerebro que utiliza en mayor cantidad dicha glucosa, y constatar qué partes del mismo se encuentran más activas, Esta técnica es usada por los científicos para ver la actividad cerebral de una persona mientras realiza ejercicio físico, sueña o descansa. En el mundo organizacional se aplica, especialmente, para ver qué efectos producen en el cerebro diversos estímulos del Marketing
  • ABM (Advance Brain Monitoring)[1], permite monitorizar los cerebros de varios sujetos a la vez, y de forma sincronizada, lo que hace posible el estudio de cómo se activan éstos mientras los sujetos están, por ejemplo, tomando decisiones sobre la forma de solucionar un problema[2].

De los resultados y conclusiones derivadas de la aplicación de estas tecnologías han surgido técnicas aplicadas a la mejora de la dirección y la gestión de las organizaciones, desde el enfoque del Neuromanagment, como la Programación Neurolingüística (PNL), el Coaching empresarial, o, más recientemente, el MIndfulness, entre otras.

La Programación Neurolingüística, PNL, es una herramienta que se utiliza para que las personas se comuniquen entre ellas o con el entorno, proporcionando más confianza al individuo. Se utiliza en la organización para crear un entorno o ambiente más dinámico a la hora de trabajar y más agradable en lo personal, de forma que se mejore la resolución de conflictos a corto plazo y se aumente la productividad empresarial (Sánchez y Sangronis, 2008).

Figura 1: Algunos instrumentos y técnicas para el Neuromanagement

 Fuente: Elaboración propia.

El Mindfulness, está basado en la meditación budista, y ha venido adquiriendo una importancia creciente en los últimos años. A través de esta técnica se trata de influir en la corteza prefrontal del cerebro (asociada a la personalidad y al comportamiento social), por lo que se ha convertido en una herramienta más para gestionar las habilidades humanas. Con la aplicación del Mindfulness las personas consiguen habilidades de auto-observación y autorregulación, lo que hace que el estrés crónico disminuya, teniendo mayor capacidad para resolver los problemas, mayor creatividad en la resolución de conflicto y la adquisición de hábitos de trabajo saludables. Este marco conlleva, a su vez, a que se reduzca el absentismo laboral y se aumente la productividad (González y Barthelemy, 2016).

En este marco, términos anteriores, como Coaching Empresarial (que, inspirado en los coach, o coachers deportivos, trata de enseñar a los directivos a ayudar a desarrollar altas competencias, que estaban en estado potencial en los miembros de sus equipos, dentro del denominado liderazgo transformador (Lozano, 2008); conviven con otros más actuales, como Felicidad Organizacional (definida por Baker, Greenberg y Hemingway (2006) como aquel estado que se consigue cuando en una organización cada individuo, en todos los niveles jerárquicos, tiene fortalezas, trabaja en equipo hacia un objetivo común, obtiene satisfacción al desarrollar nuevos productos o servicios y, a través de ellos suele proporcionar una diferencia positiva en la vida de otras personas (en Dutschke, 2013: 22); Resiliencia (afrontamiento positivo de las experiencias traumáticas, estresantes o negativas en general, siguiendo a Fergus y Zimmerman (2005) (en Becoña, 2006:128); y otros derivados: Organizaciones Saludables, Happymanagement, Organizaciones Positivas, etc.

 

Cerebro y Management

Descubrir dónde se encuentran las diferentes funciones del cerebro es, pues, un objetivo clave de la Neurociencia y de interés para el Neuromanagement. Sin embargo, la actividad del cerebro no puede estudiarse de forma fragmentaba, ya que hay funciones que se encuentran en zonas específicas y dependen unas de otras. En el caso del Neuromanagement, las habilidades cognitivas (las que se encargan de procesar la información del exterior junto a los conocimientos adquiridos previamente) son las de mayor interés y éstas no se encuentran en un área concreta del cerebro, sino en subsistemas y neurocircuitos (Braidot, 2014).

Figura 2: Lóbulos cerebrales y sus funciones principales

Fuente: Elaboración propia, con imagen tomada de la web “fichaescolares.com
 

En Neuromanagement, la actividad en los lóbulos frontales es la que más se analiza para los puestos directivos, ya que acciones como la de planificar, establecer actuaciones o medidas que desarrollen los planes, seleccionar recursos y organizarlos, o tomar cualquier decisión de administración hace que el lóbulo frontal esté a pleno rendimiento.

Por su parte, el hemisferio izquierdo es más calculador, dominante del lenguaje, de la lógica y las matemáticas, y capaz de hacer planes complejos, mientras que el hemisferio derecho se caracteriza por ser más emotivo, gestionar las habilidades espaciales, el procesamiento musical y de imágenes, y los pensamientos holísticos.

Además, actualmente, la gestión de las organizaciones se ha convertido también en una gestión de los sentidos y de las sensaciones, tanto internamente (por ejemplo, modificando las zonas físicas de convivencia y trabajo, con espacios más diáfanos, minimalistas y relajantes) como en las relaciones con los stakeholders, especialmente con clientes y usuarios (aroma, textura, sabor, estética de los productos; sonrisa y amabilidad de quienes lo sirve, etc.). Se puede decir que lo sentidos son inputs para las organizaciones, y han de ser tenidos en cuenta, por tanto, en la toma de decisiones.

Por otro lado, ante la toma de decisiones, el manager acude a su parte emocional o cognitiva, es decir, recuerda emociones o hechos anteriores que se activan ante el estímulo de tomar una nueva decisión. La investigación neurocientífica, tomografiada ha demostrado que ante una nueva situación, ante un nuevo estímulo, el cerebro comienza una reacción 0,5 segundos antes de que la propia persona sea consciente de ella. Esto es, todas las respuestas tienen un inicio metaconsciente (consecuencia de emociones positivas o negativas previas) y es lo que va a condicionar la respuesta a la situación actual.

En definitiva, vincular técnicas y conocimientos de disciplinas como Neurología, Psicología, Psiquiatría, Biología, Radiología, etc., será necesario para hacer posible este marco.

[1] Portal ABM: www.advancedbrainmonitoring.com/

[2] Ejemplos de la utilización de esta técnica en España es el estudio realizado por la Escuela de Negocios ESADE (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas, en Madrid) en 2012 sobre dinámicas neurológicas que se producían en la toma de decisiones en equipo. Se estudió la actividad cerebral de 160 estudiantes mientras resolvían casos de negocios en equipo. La tecnología ABM permitió monitorizar los cerebros de forma sincronizada mientras los sujetos realizaban tests o eran expuestos a situaciones de simulación (Portal de ESADE: www.esade.edu. Noticia de 15 de mayo de 2012. [Recuperado de:  https://www.esade.edu/grados/esp/news?param1=viewelement&param2=237181&param3=141&param4=esade-lanza-un-proyecto-pionero-de-investigacion-para-encontrar-los-atributos-del-buen-lider-a-traves-de-la-neurociencia  con fecha 15 de abril de 2018]).

 

BIBLOGRAFÍA

  • Becoña, E. (2006): “Resiliencia: definición, características y utilidad del concepto”. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 11, N.3, pp: 125-146.
  • Braidot, N. P. (2013). “Neuromanagement y Neuroliderazgo. Cómo se aplican los avances de las neurociencias a la conducción y gestión de organizaciones”. Ciencias Administrativas, N.2
  • Braidot, N. (2014). Neuromanagement Nueva Edición: Del Management al Neuromanagement (Vol. 1). Ediciones Granica.
  • González, I. A., y Barthelemy, H. R. (2016): Mindfulness: atención en la organización presente.
  • Lozano Correa, L.J. (2008): “El coaching como estrategia para la formación en competencias profesionales”. Revista EAN. 63: mayo-agosto de 2008, pp:127-144.
  • Martín, L. S., y Torremocha, M. M. (2016): “Neurociencia y caos en la gestión organizacional”. Revista Internacional de Economía y Gestión de las Organizaciones, Vol. 3. N. 2.
  • Sánchez, G. Á., y Sangronis, Y. (2008): “La Programación Neurolingüística y su aplicabilidad en el proceso de reclutamiento y selección”. ORBIS: revista de Ciencias Humanas, 3, N. 9, pp: 62-73.

María José Foncubierta Rodríguez, PDI del área de Organización de Empresas en la Universidad de Cádiz. Directora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en su sede del Campus Bahía de Algeciras. Doctora por la UNED, compagina su docencia y gestión con la investigación en políticas empresariales de capacitación y formación y Capital Intelectual en grupos de investigación, nacionales e internacionales. Ha participado en proyectos de adaptación al EEES para el Campus Bahía de Algeciras.

Elisa Delgado Piña, graduada en Administración y Dirección de Empresas por la UCA. Trabaja como gestora del área de Administración en Tecnilínea Electrónica. Ha trabajado también en Asesoría Laboral y Fiscal Labor, S.L. y en la multinacional Total Terminal International Algeciras, S.A. (TTI-A), en áreas administrativas y financieras.

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