LA ECONOMÍA SOCIAL, ¿UNA SALIDA PROFESIONAL?
Noelia M. Coello Iglesias
Estudiante de la Universidad de Cádiz (UCA)
En cuanto comenzamos la carrera de Relaciones Laborales y Recursos Humanos una de las primeras cosas que aprendemos es que es una carrera multidisciplinar, y por lo tanto que tiene una amplia variedad de salidas profesionales, siendo las más comunes ejercer por ejemplo de Graduado Social, de asesor laboral u opositar para la Inspección de Trabajo.
Cuando vamos avanzando por las distintas asignaturas y cursos vamos descubriendo qué es lo que más se aproxima a nosotros y hacia dónde se va a dirigir nuestra carrera profesional, pero hay un gran olvidado: la economía social.
La economía social tiene unos principios que los diferencian de la empresa privada como la primacía de las personas y el bien social sobre el capital, aplicación de los resultados obtenidos de la actividad económica en función del trabajo aportado por los socios, promoción de la solidaridad interna y con la sociedad y la independencia respecto a los poderes públicos.
Dentro de la economía social hay diversos tipos de entidades que destacamos por la proximidad a nuestros conocimientos y a las que podríamos optar por nuestra titulación para ayudar a reinsertarse en el mercado de trabajo a colectivos desfavorecidos más afectados por el desempleo.
Por un lado destacamos las Empresas de Inserción Social (EIS) que se definen como sociedades mercantiles o sociedades cooperativas legalmente constituidas que realicen cualquier actividad económica de producción de bienes o prestación de servicios y cuyo objeto social tenga como finalidad la incorporación al mercado de trabajo ordinario de personas en situación de exclusión social mediante el desarrollo de un proyecto personal de inserción, que les permita mejorar sus condiciones de empleabilidad, habiendo 206 EIS en España en 2018.
Por otro lado tenemos los Centros Especiales de Empleo (CEE) que se crean como fórmula de empleo para personas con algún tipo de discapacidad física, mental o social. El objetivo principal de estos centros es la integración laboral y por tanto social de personas con discapacidad, habiendo 450 CEE en nuestro país actualmente.
En conclusión, con estas definiciones podemos ver cómo un graduado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, como expertos en Derecho del Trabajo y Seguridad Social, complementamos a los trabajadores sociales, que suelen trabajar en este tipo de empresas, aunando sus conocimientos sociales y psicológicos con nuestros conocimientos en derecho para poder realizar una labor impecable y ayudar a las personas en exclusión social o discapacitados a volver a entrar en el mercado laboral desempeñando su profesión y ejerciendo una labor social, logrando que descienda el paro en segmentos de la población donde mayoritariamente priman las políticas de empleo pasivas como ayudas a la contratación de la Seguridad Social o fondos de ayuda que aportan subvenciones económicas pero que tiene una duración limitada, pudiendo llegar a quedarse sin ningún apoyo económico, en vez de apostar por políticas activas de empleo que promuevan e incentiven la reinserción laboral de estos colectivos y encuentren un empleo digno y decente.
Hay una posibilidad de nicho laboral al que podemos acceder especializándonos mediante másters de colectivos vulnerables o desarrollo territorial o cursos que nos den la formación complementaria necesaria, pudiendo comenzar como voluntarios en el tipo de entidad que más nos atraiga, existiendo también la posibilidad de combinarse con nuestra profesión habitual y ejerciendo ésta de manera alterna.
Veamos la economía social como una salida profesional a nuestra titulación y contribuyamos a que sea conocida promoviendo la equidad social.
BIBLIOGRAFÍA
- www.cepes.es
- www.sepe.es
- Ley 5/2011 de Economía Social
- Ley 44/2007 de Empresas de Inserción